El lavarropas es un electrodoméstico fundamental en casi todos los hogares. De hecho, lleva más de un siglo en nuestras casas y evolucionó con el tiempo para adaptarse a la búsqueda de mayor respeto por el medio ambiente y reducción de costos energéticos. Los modelos más actuales incorporan programas inteligentes, diseñados para optimizar el uso de recursos como el agua y la energía eléctrica. Sin embargo, entre estas múltiples opciones, existe una función que, lejos de ser una aliada para la eficiencia, podría estar incrementando tu gasto y no dejando tu ropa tan impecable como esperás.
Es común utilizar programas específicos para ciertos tipos de ropa o tejidos. Pero, si de eficiencia hablamos, hay uno en particular que los expertos sugieren empezar a evitar: el programa de lavado rápid