Ciudad de México.– En medio de un infierno de fuego y humo, un acto de amor inmortal se grabó en las calles de Santa Martha Acatitla, Iztapalapa. Una madre, con el instinto más puro que solo el corazón de una progenitora conoce, se lanzó sobre su bebé para protegerlo de una explosión devastadora causada por la volcadura de una pipa de gas cerca del paradero del Metro. Las imágenes, que circulan como un grito silencioso en redes sociales, muestran a esta mujer arrodillada, abrazando con desesperación a su pequeño, mientras un policía y un médico corren hacia ella en un intento por arrancarlos del caos.
Este momento, capturado en la línea que separa la vida de la muerte, podría ser el símbolo de una tragedia que ha dejado a la capital en shock.
El Rugido del Desastre
El infierno se desató