En las democracias liberales los resultados electorales son siempre el momento de la verdad . El pasado domingo se terminó con un mito sostenido durante casi dos años, el del ajuste fiscal draconiano aceptado y celebrado por sus víctimas, un contrasentido que excitó a los mercados financieros y que puede considerarse hijo de las turbulencias del final del gobierno del Frente de Todos y de la destreza del poder mediático para venderle a la sociedad gato por liebre. Sin embargo, ya cerca de la mitad de mandato, la gran promesa del programa económico libertario se manifiesta como un fracaso multidimensional . El Estado falla sistemáticamente en toda la línea. No sólo en las áreas que a priori se intentan destruir con la falsa excusa de una mejora en la eficiencia del gasto, como la previ
El fracaso libertario todavía no alcanzó su piso

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