La reciente edición de la Muestra Internacional de Cine de Venecia f ue testigo de uno de los momentos más memorables de los últimos años: la ovación de 13 minutos que recibió “Frankenstein” , la esperada adaptación dirigida por Guillermo del Toro . La película no solo se consolidó como una de las favoritas del festival, sino que también confirmó el talento del director mexicano para transformar los clásicos en obras de profunda carga visual y emocional.
La historia de Mary Shelley, reinterpretada por del Toro, conmovió a críticos y asistentes. La actuación de Jacob Elordi como el monstruo destacó por su vulnerabilidad y complejidad, mientras que Oscar Isaac ofreció un Victor Frankenstein marcado por la obsesión y la arrogancia científica. La propuesta no se limitó al