Nada le gusta más al argentino que arrancar el día o disfrutar de la merienda con productos de panadería. Ya sean dulces o salados, las facturas, bizcochos, bollos y demás exquisiteces no faltan en ninguna casa. Entre tantas opciones, la cremona se destaca como un clásico que acompaña a la perfección los mates y otras infusiones. Esta delicia de masa hojaldrada se ganó un lugar de privilegio en la tradición gastronómica del país.
La cremona , ese invento nacional que ya es un emblema de la panadería local, consiste en un bollo o pan de masa laminada con forma de sol o flor. Su preparación combina harina, agua, sal, levadura y manteca, grasa vacuna o margarina, con lo cual se logra una textura crujiente y ligera. Aunque su nombre remite a una ciudad italiana, la versión argentina n