"¿Sabes cuántos tiroteos masivos ha habido en Estados Unidos en los últimos 10 años?", peguntó alguien desde el público. "¿Contando o sin contar la violencia de las bandas?", respondió Charly Kirk desde una carpa instalada en el campus de la Universidad Utah Valley, donde unos 3.000 estudiantes se congregaron el miércoles para escuchar —o rebatir— a una de las voces jóvenes más influyentes del conservadurismo estadounidense. No hubo más preguntas porque inmediatamente después, Kirk recibió un disparo mortal en el cuello.
El modo de proceder solía ser el mismo en todos sus mítines. Con el fin de "desafiar el status quo e impulsar el libre pensamiento ", Kirk se embarcaba cada semestre en un recorrido por distintas facultades en las que esparcía sus ideas y se dejaba rebatir por los e