Concebido como la última línea de defensa de un navío , el sistema de armas Phalanx representa el último recurso cuando todo lo demás ha fallado. Su misión es crear una barrera de acero impenetrable frente a misiles o aeronaves que se aproximan a una velocidad crítica. Para ello, se vale de un cañón rotativo M61A1 Vulcan capaz de escupir proyectiles de 20 milímetros a una cadencia de fuego endiablada: hasta 4.500 disparos por minuto.

De hecho, su gran baza es que no necesita que un humano apriete el gatillo. El sistema funciona de manera completamente autónoma , un guardián robótico que por sí mismo busca, detecta, sigue y neutraliza cualquier amenaza inminente. Cuando un ataque logra superar las defensas perimetrales del barco, el Phalanx, con su característica cúpula blanca que albe

See Full Page