La investigación se inició tras la denuncia que la familia de la adolescente presentó el pasado mes de agosto en la Unidad de Delitos Informáticos. Según el expediente, los acusados establecieron contacto a través de Instagram y WhatsApp, fingiendo ser jóvenes de su misma edad para ganarse la confianza de la víctima.

Efectivos de la Brigada de Cibercrimen realizaron tareas de monitoreo y pericias técnicas sobre los teléfonos secuestrados, que permitieron recuperar conversaciones y archivos multimedia con contenido sexual explícito enviado por los imputados.

En la audiencia de control de detención, celebrada este miércoles en el Juzgado de Garantías de Salta, la fiscalía solicitó la prisión preventiva de ambos sospechosos por considerar que su libertad representaba un riesgo para la menor

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