El auge del trabajo híbrido y la creciente exposición de los datos corporativos han convertido al acceso remoto en una herramienta clave para la productividad empresarial, pero también en un nuevo frente de vulnerabilidad.
Tradicionalmente, las redes privadas virtuales (VPN) se han considerado el pilar de la ciberseguridad, al permitir a los empleados conectarse a servidores, sistemas de gestión y plataformas internas a través de un túnel cifrado que protege la información sensible, incluso en redes públicas como aeropuertos, cafés o coworkings.
Sin embargo, el aumento de dispositivos conectados, la complejidad de los entornos multicloud y la expansión del teletrabajo han puesto en evidencia que depender únicamente de las VPN ya no garantiza la seguridad necesaria .
“Las VPN no ha