Si en 'Mientras dure la guerra' la veracidad histórica del enfrentamiento entre Unamuno y Millán-Astray hizo correr ríos de tinta, 'El cautivo' ha originado cierto revuelo antes de su estreno a cuenta de la presunta homosexualidad del autor de 'El Quijote'. Una polémica estéril, porque 'El cautivo' contiene ideas que retan aún más al espectador, como el retrato de los musulmanes como seres civilizados, bellos y hedonistas, mientras los cristianos se revelan como una panda de resentidos, cainitas y castrados por curas infames.

Cada película de Amenábar se recibe como una superproducción –'El cautivo' lo es para los estándares del cine español–, pero lo cierto es que el director de 'Tesis' concibe sus historias con absoluta libertad, ajeno a modas y corrientes. Tras Hipatia de Alejandría ('

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