El mundo se convierte en un lugar inhóspito en tiempos de Donald Trump. Cada semana podemos hacer una lista de nuevos agravios y despropósitos. En el territorio estadounidense se mantienen las amenazas a las personas migrantes, se extiende una lógica de control para la seguridad y ahora se suma un ataque a un simpatizante del mandatario norteamericano.
El despliegue de la Guardia Nacional en Washington D.C., por ejemplo, ha sido planteado por Trump como un éxito, que califica a la capital norteamericana como “una ciudad más segura que hace 20 años” y se basa en los datos de la propia policía con reducción en homicidios, robos de autos y de los delitos con violencia. Según explica una nota del diario El País, esto también se ha acompañado de otro fenómeno, el desplazamiento de las personas