“Todos tienen miedo, no solo los indocumentados”, dice Arriaga , director musical de la Iglesia Católica San Pablo en Pilsen , un barrio que concentra buena parte de la población latina de la ciudad.
“Normalmente tendría el doble de mesas preparadas, pero solo tres personas vinieron a nuestra última reunión”, señala a la AFP.
El tránsito peatonal en Cermak Road , la arteria principal de Pilsen y sede de negocios y restaurantes, ha disminuido en las últimas semanas ante los anuncios de redadas y la amenaza de Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional.
“Si la gente piensa que esto se detendrá con la comunidad inmigrante, permitirá que el régimen de Trump normalice esto, y cualquiera puede ser el siguiente”, advierte el concejal Byron Sigcho-Lopez.
Tras los despliegues d