Inaugurada esta semana, la Gran Presa del Renacimiento Etíope amenaza con avivar la tensión regional por el agua, llamado a ser uno de los elementos más codiciados en amplias zonas del mundo habida cuenta de su creciente escasez. La puesta en funcionamiento del considerado mayor proyecto hidroeléctrico de África -que aspira a proporcionar electricidad a todo el oriente del continente - viene desencadenando desde hace años una larga disputa por el control del agua del río Nilo entre Etiopía, Egipto y Sudán -la presa se levanta a apenas 14 kilómetros de sus fronteras-, aunque el conflicto se remonta varias décadas atrás.
Diseñada inicialmente para generar 6.000 megavatios de electricidad -finalmente contará con una capacidad de 5.150 megavatio s- y almacenar unos 74.000 millones de me