
La tensión alcanzó su punto álgido en el Senado el pasado 20 de mayo cuando el senador del PP por Murcia, Francisco Bernabé, se levantó de su escaño para entregar a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, una bolsa con una muestra de los 60 millones de toneladas de residuos mineros tóxicos que reposan desde hace décadas en la bahía de Portmán en La Unión .
La escena y el posterior debate, que provocaron una bronca parlamentaria, simbolizaba la desesperación de un municipio que lleva largo tiempo reclamando justicia ambiental para esta zona del litoral murciano.
Abandono de la bahía
El representante popular acusó a la ministra Sara Aagesen de traicionar el compromiso político e institucional con Portmán y lanzó una pregunta directa: « ¿Querría usted esto para sus hijos? No, ¿verdad? ¡Pues nosotros tampoco para los nuestros! », en referencia a la situación de abandono ambiental que se vive la bahía cartagenera desde hace decenas de años.
La comparecencia de Aagesen coincidió con una protesta de unos 200 vecinos de La Unión que se concentraron en Madrid para defender la regeneración de la bahía de Portmán , evidenciando el hartazgo de una comunidad que se siente traicionada por las promesas incumplidas del Gobierno central.
El cementerio marino del Mediterráneo
La bahía de Portmán alberga uno de los mayores desastres ambientales del litoral mediterráneo: la colmatación de la bahía provocada por el vertido de toneladas de estériles de minería al mar durante más de treinta años . Los residuos mineros tóxicos fueron arrojados al mar Mediterráneo desde las explotaciones de la sierra minera de Cartagena
Entre 1957 y 1990, la empresa Peñarroya, que operaba en las minas de la Sierra de Cartagena-La Unión, vertió directamente al mar millones de toneladas de residuos procedentes de la minería , convirtiendo una bahía paradisíaca en un paisaje lunar de desolación.
Empresa española con capital francés
La Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya fue una empresa española con capital francés , que operó en esta zona minera de la Región de Murcia, y tuvo una fuerte presencia y un impacto significativo en la economía de la zona, llegando incluso a tener su propio supermercado para los empleados .
Durante más de 30 años, la Bahía de Portmán fue el principal punto de contaminación por metales pesados del Mediterráneo. Los vertidos no eran casuales .
Además de contener compuestos constitutivos de los minerales (carbonatos y sulfuros de plomo, hierro, zinc, cobre, óxidos de hierro plomo manganeso), contenían también elementos utilizados en el tratamiento por flotación (cianuro sódico, ácido sulfúrico, zantatos, sulfatos de cobre), una mezcla letal que transformó y afectó para siempre el ecosistema marino .
Veneno enterrado bajo el mar
Desde el cierre de los vertidos del Lavadero Roberto en Portmán han pasado 32 años en un tortuoso e inacabado proceso para dar solución al mayor desastre ambiental del Mediterráneo .
Los estériles mineros, cargados de metales pesados como plomo, zinc, cadmio y arsénico, permanecen enterrados en el fondo marino, liberando constantemente toxinas que contaminan la cadena alimentaria .
Impacto ambiental
Los efectos sobre la salud son devastadores aunque silenciosos. Los metales pesados se bioacumulan en los organismos marinos y pueden causar desde problemas neurológicos hasta cáncer en humanos que consumen pescado contaminado.
El impacto medioambiental es igual de dramático: l a fauna marina presente está constituida por especies muy degradadas ambientalmente, principalmente oportunistas, de marcado carácter nitrófilo, capaces de resistir duras condiciones de turbidez y acumulación de residuos minerales.
Una traición rompiendo el consenso
La «traición» de la que hablan los vecinos se sustenta en el cambio de postura en la solución consensuada que dio pie a un convenio firmado en 2006 entre el ministerio, la comunidad autónoma y el Ayuntamiento de La Unión.
Este acuerdo se basaba en tres pilares : dragado parcial de la bahía hasta los 250 metros y recuperación de la playa, traslado de los estériles dragados a una corta y recuperación del puerto de Portmán. Pero, tras año y medio de conversaciones , el ministerio optó por otra solución, el sellado .
El ministerio opta por el parche
Frente a esta catástrofe, el Ministerio para la Transición Ecológica, con Hugo Morán como secretario de Estado, propuso el pasado mes de mayo una solución que los vecinos califican de «carpetazo»: el sellado in situ de los residuos tóxicos .
Esta alternativa, más económica, pero menos efectiva, según los habitantes de La Unión y los ecologistas, consistiría en tapar los lodos contaminados con una capa impermeabilizante , dejando el veneno enterrado para las generaciones futuras.
Para los vecinos y el gobierno regional, esta propuesta gubernamental ignora los compromisos adquiridos y supone una claudicación ante la magnitud del desastre. El sellado no elimina la contaminación, simplemente la oculta , manteniendo latente el riesgo de que los tóxicos vuelvan a emerger con el tiempo.
Aagesen se defiende
Aagesen defendió en el senado, que «el anterior proyecto no pudo llevarse a cabo por sentencia judicial , y lo sabe. Fue un procedimiento que llevó a cabo el Gobierno del PP. Pero lo más importante es que, cuando dice que condenamos al sellado de Portmán, me gustaría recordarle que el proyecto anterior también hablaba del sellado ».
La ministra aseguró que la solución se basa en criterios físicos, matemáticos y ambientales e informes técnicos « para reducir el riesgo para la población y para mejorar el medioambiente ».
Aagesen insistió en que la solución del sellado del ministerio «no sólo incluye en este caso un proyecto de regeneración y construcción de una playa que sea estable , sino que también aprovecha para optimizar los valores ambientales surgidos a partir de la regeneración de esa laguna. Insisto, nuestro objetivo es dotar a Portmán de un espacio público de calidad, cuyo uso sea ambientalmente el mejor, el más adecuado y el más seguro para la ciudadanía».
La batalla por la regeneración integral
Frente al conformismo ministerial, el Ayuntamiento de La Unión lucha para que no se dé carpetazo a un acuerdo histórico que firmaron todas las administraciones para devolver a Portmán su dignidad y el futuro que merece.
La solución que reclama el consistorio, respaldada por Greenpeace y organizaciones ecologistas, pasa por la regeneración integral de la bahía mediante el dragado y la retirada completa de los lodos tóxicos .
Esta alternativa, aunque más costosa, garantizaría la recuperación definitiva del ecosistema marino y devolvería a Portmán su antigua gloria como puerto pesquero y destino turístico . Según los defensores de la regeneración, los estudios técnicos avalan su solución, una alternativa que permitiría crear una nueva playa y recuperar la actividad económica en una zona devastada por décadas de abandono institucional.
Responsabilidad con el futuro
La batalla de Portmán trasciende lo local para convertirse en un símbolo de la lucha entre los intereses económicos a corto plazo y la responsabilidad ambiental con las futuras generaciones.
Mientras el Gobierno opta por tapar, por sellar el problema, los vecinos siguen reclamando una solución definitiva para el mayor atentado ecológico del Mediterráneo .