La nuez pecán dejó de ser una rareza para transformarse en una de las economías regionales más dinámicas del país. Con su cáscara dura y su interior lleno de aceites saludables, el fruto se volvió codiciado en panificados, confituras y platos gourmet.
Pero su mayor fuerza está en el comercio exterior: cerca del 90% de lo que se cosecha en Argentina cruza fronteras.
Estados Unidos, Brasil, Rusia y Lituania son compradores habituales , aunque el mapa de destinos se amplía de manera constante . A fines de agosto se sumó Israel , y en el sector celebran la reciente habilitación del mercado chino, que abre enormes perspectivas para la nuez pelada.
Producción en expansión
El cultivo está presente en diez provincias argentinas, con más de 10.000 hectáreas implantadas. Entre ellas,