La construcción del respeto mutuo y la admiración sincera por el trabajo de cada uno son murallas que impiden la caída hacia disgustos con los otros y eventualmente sentimientos negativos más fuertes

En la pasada entrega sugerí que se podría hacer un decálogo sobre los buenos socios para lograr un excelente animus societatis. El objetivo de estas líneas y las anteriores no es simplemente clasificar personas, es una forma de pavimentar una vía hacia el éxito de las organizaciones.

Los buenos socios tienen primero unos objetivos claros que comparten mutuamente, y principios sólidos que les permiten sortear diferencias cuando aparezcan.

La construcción del respeto mutuo y la admiración sincera por el trabajo de cada uno son murallas que impiden la caída hacia disgustos con los otros y

See Full Page