En una columna de opinión publicada en The Washington Post , el embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, empezó a preparar el terreno antes de que Washington decida si certifica (o no) a Colombia en la lucha contra las drogas.

Comenzó nombrando los últimos ataques terroristas en Amalfi (Antioquia) y Cali, que dejaron más de 20 personas muertas. “Estas tragedias no son ecos de una guerra antigua, sino de la nueva violencia provocada por narcotraficantes debilitados que responden con crueldad”, mencionó.

Aseguró que las drogas y el narcotráfico, que alimentan la violencia en Colombia, tienen como principal destino Washington, Nueva York, Miami y Los Ángeles.

En cifras: recordó que en seis meses el país incautó 500 toneladas de coca, destruyó 2.486 laboratorios y bl

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