Una publicista brasileña que sobrevivió a la ruptura de dos aneurismas cerebrales contó que tuvo una impactante experiencia cercana a la muerte: “ Vi niños flotando sobre mí , como si estuviera fuera de mi cuerpo. Ya no sentía dolor, solo una extraña sensación de paz. Pensé que había muerto".
Michele Souto tenía 31 años cuando un dolor de cabeza repentino le cambió la vida para siempre. Al principio, los médicos le dijeron que era sinusitis o migraña. Nadie sospechó algo más grave.
Al día siguiente, mientras manejaba por una avenida de San Pablo, la intensidad del dolor la obligó a detenerse en la banquina. “Sentí que iba a morir ahí mismo. Llamé al trabajo pidiendo ayuda”, recordó la publicista brasileña.
Horas después, en otro hospital, los estudios revelaron el verdadero motivo: