Vizcaíno sale poco de casa y evita los lugares muy frecuentados. Hace tres años llegó a Estados Unidos desde Cuba con ansias de libertad, pero ahora sólo teme que un encuentro con la policía migratoria lo devuelva a la isla que abandonó.
Este artista de 54 años dejó una nación marcada por una grave crisis económica, una escasez de comida y medicamentos, apagones diarios y una emigración sin precedentes.
Como tantos cubanos desde la revolución comunista de 1959, partió a Estados Unidos, donde sus compatriotas gozan de un estatus migratorio preferente.
Pero ese privilegio está cambiando. Bajo el gobierno de Donald Trump, que regresó al poder en enero prometiendo deportaciones masivas de indocumentados, los cubanos no se han librado de las redadas y cientos de ellos han sido expulsados del