Un gesto tan común como cortar una fruta para compartirla puede esconder un riesgo inesperado para la salud. Aunque no es una regla absoluta para todas las frutas, existe una razón microbiológica de peso para evitar el método de cortar ciertas frutas en horizontal (a lo ancho), especialmente aquellas que crecen cerca del suelo o tienen una piel no comestible. La práctica recomendada es cortarlas en vertical (a lo largo).

El riesgo principal: Contaminación cruzada

La superficie exterior de una fruta, especialmente de aquellas como el melón, la sandía, la piña o el mango, puede albergar patógenos peligrosos como Salmonella, Listeria monocytogenes y E. coli.

Estos microorganismos llegan a la fruta a través de :

· La tierra o el agua de riego contaminada con heces de animales.

· La man

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