El caso de Miguel Óscar R.M., mejor conocido como “El Fugitivo”, no es uno más en la creciente lista de desaparecidos: es un retrato del abandono que viven muchos ciudadanos en Oaxaca. Tras cinco días de angustia, su cuerpo fue encontrado envuelto en bolsas negras y atado de pies y manos, en un solitario camino de terracería en San Bartolo, jurisdicción de Asunción Nochixtlán.

Lo que comenzó como una búsqueda comunitaria terminó con un hallazgo que sacudió a toda la región de Etla. El cuerpo fue ubicado a escasos metros de la Carretera Federal 190. Cerca del paraje conocido como La Herradura. Un punto que se repite en otras escenas de crímenes recientes.

EL TAXI APARECIÓ PRIMERO: LA SEÑAL QUE LO CAMBIÓ TODO

Días antes del hallazgo del cadáver, el taxi que conducía Miguel Óscar —una unid

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