En los últimos años, el tema de la “adicción al sexo y al amor” ha cobrado notoriedad gracias a relatos personales de figuras públicas como la escritora Elizabeth Gilbert, autora de Comer, rezar, amar. En su nuevo libro All the Way to the River, Gilbert confiesa haber vivido una vida marcada por la búsqueda obsesiva de intimidad, describiendo relaciones tóxicas y una dependencia emocional que afectó profundamente su estabilidad.
Pero, ¿realmente existe la adicción al sexo y al amor como un diagnóstico clínico?
Aunque muchos terapeutas y grupos de autoayuda utilizan este término, la realidad es que no está reconocido como un diagnóstico oficial en manuales médicos como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). La Organización Mundial de la Salud (OMS)