Defensores internacionales de derechos humanos, expertos legales y reformadores de políticas de drogas están alertando tras la destrucción de una pequeña embarcación frente a la costa venezolana la semana pasada por un ataque militar estadounidense, que causó la muerte de sus ocupantes. El gobierno de Trump defendió la acción como parte de su ampliada guerra contra las drogas, pero sus críticos la describen como una ejecución extrajudicial sin precedentes, perpetrada sin justificación legal.

Sarah Yager, directora en Washington de Human Rights Watch, calificó el ataque como una escalada peligrosa.

“Abordo esto con una profunda preocupación por el Estado de derecho”, declaró el viernes en una videoconferencia con periodistas. “Hemos tenido presidentes que han socavado o ignorado el Esta

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