El FBI buscaba y rebuscaba esta semana entre miles de pistas e informaciones proporcionadas por la ciudadanía para encontrar al asesino de Charlie Kirk , el gran referente del trumpismo entre los jóvenes, que murió de un tiro en el cuello este miércoles en una universidad de Utah. Habían pasado muchas horas desde el asesinato, la policía tenía imágenes grabadas por cámaras de seguridad del sospechoso. Pero, hasta el momento, los investigadores, en medio de un país conmocionado por el último episodio de violencia política, daban palos de ciego. El mismo día del asesinato, el director del FBI, Kash Patel , llegó a anunciar que se había apresado al sospechoso, solo para liberar a esa persona, que no tenía nada que ver con el suceso, poco después. Un segundo detenido el miércoles también fue l

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