Cada vez que Leonel Álvarez se cruza con Atlético Nacional, el ambiente se carga de un morbo inevitable. No se trata de un duelo cualquiera: fue él, con un penalti certero en 1989, quien selló la primera Copa Libertadores para el cuadro Verdolaga y para el fútbol colombiano.

Ese gol lo convirtió en héroe eterno de la hinchada verde, pero también en una figura rodeada de un halo de contradicción: muchos sueñan con verlo dirigir algún día al club, pero su nombre ha sido descartado repetidamente, incluso con rumores de un supuesto veto que le cerraría las puertas de regreso a la institución.

Por eso, el partido de este sábado a las 8:30 p.m. en el estadio Atanasio Girardot no es solo un juego más de la Liga BetPlay-2, sino un capítulo con historia, nostalgia y expectativa. Nacion

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