En Estados Unidos, una decisión de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha encendido todas las alarmas en el ámbito científico. El organismo gubernamental ha utilizado un controvertido informe elaborado por el Departamento de Energía para justificar una posible revisión de la normativa sobre emisiones de gases de efecto invernadero, una decisión de consecuencias imprevisibles para la política climática del país. La polémica reside en que el estudio en cuestión ha sido objeto de un rechazo frontal y casi unánime por parte de los expertos. Esta situación alarma a los expertos, ya que ignorar el consenso científico en temas críticos puede tener repercusiones graves, una preocupación que resuena con la advertencia en la que .
De hecho, la comunidad científica estadounidense no ha tardad