El sector público argentino atraviesa un punto de inflexión que no admite demoras. La inminente actualización de la norma ISO 9001, prevista para septiembre de 2026, marcará un antes y un después en la forma en que las instituciones deberán demostrar su capacidad de gestión, su transparencia y su resiliencia. Ya no bastarán declaraciones bien intencionadas ni marcos legales que permanecen en la teoría: se exigirá evidencia verificable, procesos documentados y resultados capaces de sostenerse frente a una auditoría independiente y bajo criterios globales más estrictos.
En este contexto, la International Accreditation Center (IAC), en colaboración con G-CERTI, está llevando adelante un relevamiento técnico sin precedentes a través del Informe Nacional de Calidad y Gestión Pública. El estudi