Comprar una vivienda no es solo elegir una y firmar la escritura de compraventa . Hay mucho más si tenemos en cuenta que se trata de un proceso lleno de trámites, cálculos, idas y venidas con el banco , decisiones importantes y justo ahora, uno de esos aspectos que a veces se dan por hecho ha cambiado. El BOE ha publicado una nueva norma que modifica la forma en que se tasan las viviendas en España . Puede sonar técnico, pero lo cierto es que afecta directamente al precio que pagarás y también, a lo que vas a poder financiar.

Hasta ahora, muchas valoraciones se quedaban anticuadas o no encajaban con los precios reales del mercado. Se producían a veces desfases que beneficiaban a unos y complicaban la vida a otros. Con esta reforma, lo que se busca es ajustar esas tasaciones a la realidad actual. Se tendrá en cuenta la zona, cómo está conservado el edificio, la eficiencia energética, cosas que hasta ahora pasaban más desapercibidas y que, sin embargo, influyen mucho en el valor real. Ahora bien, esto tiene implicaciones directas. Si el valor de tasación oficial no coincide con el precio que hayas pactado con el vendedor, el banco no va a cubrir la diferencia . Solo financiará en función de esa nueva valoración. Y si hay desfase, te tocará poner más dinero de tu bolsillo. Así que, si estás pensando en comprar, es importante que conozcas bien cómo funciona este nuevo sistema.

Qué cambia exactamente en la tasación al comprar una vivienda

La nueva normativa da un giro importante, ya que a las tasaciones de viviendas se incorporan elementos que hasta ahora se valoraban poco o directamente se pasaban por alto. Hablamos de la ubicación exacta, la calificación energética, el estado de conservación del edificio y su entorno, entre otros factores. Todo esto influirá de forma directa en el valor final de la tasación.

Esto significa que dos pisos de igual tamaño pueden tener precios muy distintos si están en zonas diferentes, si uno tiene buenas instalaciones y otro no, o si uno está en un edificio rehabilitado y el otro en uno antiguo sin reformas. El resultado es una tasación más justa, sí, pero también más estricta. ¿La consecuencia? Menos margen para negociar con el banco si el precio de compra supera lo que dice esa valoración.

Tu hipoteca también se ve afectada

Este cambio impacta directamente en el tipo de hipoteca que vas a poder conseguir. Hasta ahora, muchas entidades concedían préstamos sobre el precio de compra , incluso si la tasación era algo inferior. Con la nueva normativa, el valor de referencia será el de la tasación. Nada más. Eso implica que si pagas 240.000 € por una vivienda, pero la tasación marca 220.000 €, el banco tomará ese último valor como base para decidir cuánto te presta.

Esto puede suponer un problema para quienes no tienen mucho ahorro. Porque si el banco cubre el 80 % de esos 220.000 €, el resto ( el otro 20 % más la diferencia entre la tasación y el precio de venta ) lo tendrás que poner tú. Esto, en ciudades con precios altos y zonas tensionadas, puede marcar la diferencia entre poder comprar una vivienda o tener que esperar. La protección frente a valoraciones infladas está bien, pero también sube el listón de entrada para muchos compradores.

¿Buena noticia para los bancos?, ¿Y para los compradores? 

Desde el lado de los bancos , la medida no ha sentado mal. Al contrario: trabajar con valoraciones más claras y realistas les da algo que siempre buscan, seguridad. Les ayuda a saber mejor qué están financiando , sin sorpresas. Y eso les permite ser más prudentes, calcular bien los riesgos y evitar complicaciones a futuro. En cierto modo, se sienten más cubiertos. Menos margen de error, menos sustos.

En cambio, para quien está pensando en comprar, la percepción es otra. Saber que no te están inflando el valor de la vivienda puede dar cierta tranquilidad, sí, pero también complica las cosas si necesitas una hipoteca elevada. Sobre todo si no tienes un colchón de ahorro o si el precio pactado con el vendedor está muy por encima del valor de tasación. En ese caso, el banco se va a ceñir a la nueva valoración, y eso reduce bastante el margen de maniobra. Más claridad, sí, pero también menos margen para negociar.

Así, lo que antes era una tasación flexible, ahora se vuelve más estricta. Y eso, inevitablemente, recorta opciones para quienes no tienen una buena base económica. Si estás pensando en comprar, una vivienda es más importante que nunca revisar bien el valor de tasación y hacer números con calma. Porque lo que marca ese informe puede cambiarlo todo.

En definitiva, el mercado cambia, y con él, las reglas. Comprar una casa va a requerir más planificación, más ahorro previo y, sobre todo, más información . Este nuevo sistema de tasación puede darte mayor seguridad, pero también exigirá más esfuerzo. Si estás en plena búsqueda, no lo dejes para el último momento. Infórmate bien, compara valores y habla con tu banco. Porque el valor de tasación, ahora más que nunca, será clave para saber si puedes o no comprar esa vivienda.