Tras el críptico nombre de XR se esconde una curiosa historia de bodega o, mejor dicho, de bodeguero, que Herederos de Marqués de Riscal ha puesto en valor creando una gama de vinos muy especial, que recoge toda la esencia de su significado. Dentro de la Reserva Histórica de Marqués de Riscal, entre las cosechas de 1869 y las de 1964, existían unos “vinos de bodeguero”, en cuyas etiquetas podía leerse “Reserva Medoc” en algunos casos y en otros, simplemente, “XR”. Eran vinos que nunca estuvieron a la venta como tales, sino que simplemente eran marcados internamente para diferenciarlos de otros vinos.
Así, durante esos casi cien años, el enólogo escribía a tiza, en cada uno de los barriles, ese lenguaje secreto con el que remarcaba la calidad o el destino que iba a tener cada uno de ellos.