A contramano de las expectativas, el gobierno de Javier Milei eligió ratificar su rumbo económico y político, a una semana de su derrota electoral por 13 puntos en la provincia de Buenos Aires , distrito que concentra casi el 40% de la población de Argentina.

Incluso manteniendo la violenta tónica contra los críticos, se trata de una jugada audaz en un contexto donde las principales causas del fracaso apuntan al ajuste en los bolsillos populares, los vetos a leyes de emergencia para jubilados, atención pediátrica y educación pública, y la sucesión de escándalos de corrupción en torno a la intocable figura de Karina Milei. Es decir, el reordenamiento de la macroeconomía del que tanto alarde hace el Gobierno no repercutió en los bolsillos.

A pesar de los malos resultados, “no se retroc

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