El calor suele atentar contra el consumo de vino y promueve otras bebidas, más refrescantes y prácticas de disfrutar. Pero más allá de los atributos de la bebida es el formato el que propone las mejores soluciones. Eso explica el desembarco de, cada vez más, vinos en lata. Ya no solo para competir con la cerveza sino para captar consumidores jóvenes, a partir de propuestas más descontracturadas.
Para el vino es una gran innovación , a pesar que en los sesenta Peñaflor comercializaba vinos en lata. La clave está en ampliar los momentos de consumo con un nuevo formato. Hay tintos (dulces y secos), rosados , blancos dulces naturales y frisantes con baja graduación alcohólica. Sin embargo, muchas bodegas apostaron a vinos ya consagrados en su formato tradicional. En