Cada amanecer en Gaza trae el mismo miedo: no saber si habrá un mañana. Entre la muerte y la destrucción constante, los niños gazatíes ya dan por hecho que van a morir. "Cuando muera, ¿escucharé tu voz?" , es una de las preguntas descorazonadoras que hacen a sus padres.

Se trata de una infancia rota, donde niñas y niños han tenido que enfrentarse a la pérdida prematura de un padre o de una madre. "Cuando muera, ¿me pondrán en una tumba con mi madre y mi padre?" , es otra de las preguntas que se hace otro pequeño, una incertidumbre inocente y lógica.

Estas preguntas, recopiladas por el equipo del Centro de Trauma Palestino en Gaza, evidencian las heridas más profundos de una población infantil a la que Israel no deja de asesinar. "Cuando muramos, ¿nos libraremos de los bombardeos?"

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