La caída de Marc Márquez cuando lideraba el GP de San Marino, luego de una espectacular arrancada desde la segunda línea, se convirtió en la imagen más recordada de la sprint. El español había demostrado un ritmo formidable y sorprendió con un adelantamiento preciso sobre Marco Bezzecchi, pero la historia del día se escribió de manera inesperada: el piloto de Aprilia, en su casa, logró imponerse y regresar a lo más alto del podio, ante el delirio del público italiano.

Mientras gran parte de la afición local no dudó en celebrar que Márquez no pudiera continuar en la competencia, la reacción de Valentino Rossi ofreció un contraste curioso. Pese a haber dejado el Mundial, la leyenda italiana sigue ligada emocionalmente a la categoría y su mirada sobre lo sucedido fue mesurada, más allá de l

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