Europa necesita redefinir su relación con China. El giro estratégico que plantea Bruselas pasa por apostar por el 'Made in Europe', limitar la dependencia de componentes baratos procedentes de Pekín aunque se ensamblen en territorio europeo, y aprender de las técnicas industriales chinas para aplicarlas a largo plazo. "La relación de la UE con China se encuentra en medio de la nada, y hay que definirla. Es necesario ser mucho más inteligentes en la relación con China" , explicó Stéphane Séjourné, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Prosperidad y Estrategia Interior, en un encuentro con un reducido grupo de medios españoles, entre ellos EL PERIÓDICO, esta semana en Estrasburgo, coincidiendo con el inicio del curso político europeo.
El ejemplo más cercano es Chery