El budín de limón es uno de esos dulces que nunca pasan de moda. Perfecto para acompañar el mate del domingo , el café de media tarde o como postre ligero después de una comida. Se destaca por su frescura, su aroma intenso y la combinación justa de dulce y ácido.
La clave para que quede realmente húmedo y esponjoso está en dos secretos: usar yogur en la mezcla (o leche si no tenés) y trabajar la ralladura de limón con el azúcar antes de batir, para liberar todos sus aceites. El resultado es un budín que huele increíble y que, con un glaseado simple, se convierte en una receta digna de panadería.
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Ingredientes
-200 g de azúcar
-200 g de manteca blanda
-3 huevos
-200 g de harina leudante
-Ralladura y jugo