La primera advertencia fue un mensaje de una madre angustiada.
—Por favor, gente, estoy desesperada —dijo Micaela Ramos en un video que se expandió por las redes sociales —Necesito ayuda, estoy muriendo.
Ramos quería ayuda para encontrar a sus hijos, que habían sido raptados por el padre de ellos, su ex pareja, con quien había estado durante 13 años. El hombre había ingresado a la casa y se había llevado a sus dos hijos, un niño de seis y una niña de dos. Había huido en su auto BYD color rojo. Era 4 de septiembre y había pocos detalles.
En Soriano, un departamento del litoral uruguayo vecino con Argentina, se comenzaría a desplegar una intensa búsqueda que tendría el peor final.
Al día siguiente, la Policía encontraría los cuerpos sin vida de Alfonsina y Federico y también el de