La resistencia a los antibióticos es un problema que afecta a la salud pública en todo el mundo. Y va más allá de un dilema médico: tiene consecuencias económicas y en la industria.

Las bacterias tienen mecanismos naturales para defenderse de las moléculas que las atacan. Además de reproducirse muy rápido, tienen la capacidad de incorporar material genético del ambiente: por ejemplo, este puede contener genes de resistencia, muchas veces en plásmidos (moléculas de ADN circular). Así, pueden incorporar esta información y volverse resistentes.

Es por ello que, según explicó el académico, Cristian Araya, del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena “el uso indiscriminado de antibióticos genera un proceso de selección: se eligen aquellas bacterias na

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