Hace siete años, la gobernadora María Eugenia Vidal sancionó la ley por la cual, después de 75 años, el control de las palomas dejaba de estar en manos del Ministerio de Guerra al no ser ya considerada un ave relacionada con la defensa nacional.
Vigente desde 1943, la normativa derogada las había declarado "de utilidad pública" y establecía la prohibición de toda acción que atentara contra su existencia.
Esa protección, aún desde el desconocimiento a esa ley, ha permitido en parte la reproducción incontrolada del animal en zonas urbanas, al punto que, junto con su derogación, su presencia fue declarada como plaga por los problemas sanitarios y daños a la propiedad que genera.
Ahora se admite la posibilidad de instrumentar caminos para combatirlas a favor de preservar la salud de las per