
Crece la preocupación en la ONU por la situación en Corea del Norte , donde el régimen comunista de Kim Jong-un está endureciendo la represión, hasta el punto de aumentar las penas de muerte e imponerlas por consultar medios internacionales e, incluso, por ver o compartir películas y series de televisión extranjeras , según recoge Naciones Unidas en un informe. Desde 2015 se han promulgado varias leyes que permiten la pena capital y consolidan el propósito de Kim Jong-un de restringir es acceso a la información.
La dictadura de Kim Jong-un se caracteriza principalmente por su aislacionismo, ejecutado de forma que «ninguna otra población está sometida a tales restricciones en el mundo actual», detalla el informe, que subraya la vigilancia «más generalizada» por los avances tecnológicos.
El régimen ha intensificado el control que el Estado ejerce sobre «todos los aspectos de la vida de los ciudadanos» a lo largo de la última década, señalan desde la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, encabezada por Volker Türk. A ello se suma unas libertades aun más restringidas y el sometimiento de la población a más trabajos forzosos.
«Los norcoreanos se verán sometidos a un mayor sufrimiento, una represión brutal y al miedo que han padecido durante tanto tiempo», ha explicado Volker Türk.
Con el marco legal como aval -debido a esas leyes promulgadas desde 2015-, el régimen comunista puede sentenciar a muerte a cualquier ciudadano que cometa el delito de ver y compartir contenidos de medios extranjeros, lo que incluye películas y series de televisión.
El informe recoge también el testimonio de ciudadanos que lograron escapar del régimen norcoreano. Estos han narrado cómo se ejecutan ciudadanos por distribuir contenido del extranjero, fusilados en público para atemorizar al resto de la población. Ahora, señala el informe de la ONU, este delito tiene el mismo trato judicial que el del narcotráfico.