El mercado de bonos ha experimentado un notable repunte, reflejando crecientes preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense. A medida que el mercado bursátil se mantiene cerca de máximos históricos, los datos recientes indican que el mercado laboral es más frágil de lo que se había estimado. Esto ha llevado a los inversores a buscar refugios seguros, apostando a que la Reserva Federal (Fed) recortará las tasas de interés en su próxima reunión.

Los rendimientos de los bonos han caído significativamente. El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años alcanzó su nivel más bajo desde 2022, mientras que el de los bonos a 10 años se situó en su punto más bajo desde abril. Este descenso se produce en un contexto donde el presidente Donald Trump había anunciado una campaña de aranceles, lo que generó temores de desaceleración económica. La caída de los rendimientos sugiere que los mercados se están ajustando a un panorama laboral más débil y a la posibilidad de un crecimiento económico moderado.

La Fed, que ha mantenido estable su tasa de referencia desde diciembre, es ampliamente esperada a reducirla esta semana en respuesta a la desaceleración del mercado laboral. Los inversores han comenzado a volcarse hacia los bonos del Tesoro para asegurar tasas relativamente altas antes de los recortes. Según datos del Departamento de Trabajo, se ha registrado uno de los mayores incrementos semanales en solicitudes de desempleo en más de un año. Además, la tasa de desempleo subió a 4,3 % en agosto, su nivel más alto desde 2021, y se estima que se han creado 911.000 empleos menos de lo previsto entre marzo de 2023 y marzo de 2024.

Chip Hughey, de Truist Advisory Services, comentó: “El mercado de bonos reconoce que la creación de empleo, un motor poderoso de la economía de EE.UU., se está desacelerando”. El rendimiento a 10 años, que es una referencia clave para los costos de financiamiento, cayó de 4,27 % a comienzos de mes a menos de 4 % el jueves. Esta caída puede abaratar hipotecas y préstamos, pero si es demasiado rápida, también puede indicar que los inversores prevén un debilitamiento de la economía. Kathy Jones, estratega de Charles Schwab, señaló: “Los rendimientos bajan porque el mercado espera un crecimiento más lento”.

Algunos bancos ya han ajustado sus previsiones. Deutsche Bank anticipa tres recortes de un cuarto de punto este año, mientras que Bank of America prevé dos. Los operadores asignan un 96% de probabilidad a un recorte de un cuarto de punto esta semana. A pesar de que el gasto de los consumidores se mantiene sólido, con un aumento del 0,5 % de junio a julio, la inflación sigue siendo una preocupación. Un indicador del Índice de Precios al Consumidor, que excluye alimentos y energía, subió un 3,1 % interanual en agosto, superando la meta del 2 % de la Fed. La Reserva Federal se enfrenta a un delicado equilibrio: debe atender un mercado laboral en deterioro mientras la inflación se mantiene relativamente elevada.