Alemania es insaciable. Lo gana todo. Es la indiscutible reina del baloncesto. Vigentes campeones del mundo, los germanos se impusieron este domingo a Turquía en la final del Eurobasket y se proclamaron también reyes de Europa.

El título tiene también un sabor especial para Àlex Mumbrú, el seleccionador alemán, que no ha podido dirigir en primer plano a los suyos tras sufrir una pancreatitis aguda durante el torneo, tras la que toda la plantilla le apoyó de manera emotiva.

Tras su problema médico, el titulo tiene un sabor especial para Mumbrú

La otra cara de la moneda es la de Turquía, con Ergin Ataman al mando, autoproclamado en la previa como mejor entrenador de la última década. Puede que sus títulos puedan avalar ese ataque de ego pero por la boca muere el pez.

Lo que era indiscuti

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