Me da un poco de pena que la Diada se haya convertido poco menos que en una reunión de antiguos alumnos del colegio. Poca gente, todos conocidos entre ellos, cada año con más canas o menos pelo, que se dedican a recordar, ay, los días de su juventud , cuando hablaban del futuro con esperanza.

Actualmente, en esos encuentros, con el futuro convertido ya en presente, cuando no en pasado, ya no hay ni esperanza ni ilusión, hombres y mujeres van a la manifestación porque es lo que toca, dispuestos a agitar sin convicción una bandera y a gritar consignas de forma rutinaria, sin creer en ellas, como quien va al fútbol a animar a su equipo aunque sabe que es carne de descenso e insulta al árbitro entre mordisco y mordisco al bocadillo, porque es lo que se ha hecho siempre.

Recuerdo cuando reu

See Full Page