Cada mañana en Tokio me levanto muy prontito para levantar el mundo, como decía Pep Guardiola, y en la puerta del hotel me cito con Chema Rubí, compañero de Radio Nacional de España junto al que me he pateado medio planeta o más.
Medio dormidos nos damos los buenos días y luego echamos a caminar hacia el Estadio Nacional de Japón, que está en este mismo barrio tokiota, en Shinjuku, a un par de kilómetros.
Hoy vamos deprisa pues vamos justos porque en un rato es la salida del maratón masculino, y por el camino nos desperezamos repasando las cosas que pasan en estos lares, quiero decir en Europa, a 14.000 kilómetros de distancia y a medio día de jet lag.
La charla de hoy es inevitable.
Hablamos de las manifestaciones propalestinas y de los altercados en la Vuelta a España, y diciendo cad