La Corte Suprema volvió a recordarnos que las decisiones judiciales pueden tener efectos que se sienten mucho más allá del estrado. Con su reciente fallo sobre patrullas de inmigración en Los Ángeles, la corte permitió que la raza, el idioma y el empleo sean factores para detener a alguien.
Lo que para algunos es aplicar la ley, para otros suena como abrir la puerta a la discriminación sistemática. Y en una ciudad donde uno de cada tres habitantes es extranjero, las implicaciones son inmediatas y visibles.
En pocas palabras. ICE te puede detener solo por hablar español o parecer latino. ¿La nueva America? Al parecer.
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La polémica no es solo legal, sino social. Vecinos que antes caminaban tranquilos por su barrio ahora lo piensan dos ve