El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha dejado abierta la posibilidad de una escalada militar contra Venezuela. Durante una conferencia de prensa el domingo, no descartó la opción de ayudar a destituir al presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmando: “Veremos qué pasa”.

Trump también se refirió a la situación de seguridad, indicando que Venezuela está enviando "pandilleros, narcotraficantes y drogas" a Estados Unidos, lo que considera "no aceptable". Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión militar entre ambos países.

Recientemente, Estados Unidos ha desplegado ocho buques de guerra y un submarino en el Caribe como parte de una "misión antinarcóticos". Además, al menos cinco aviones de combate F-35 de la Marina de EE.UU. llegaron al aeropuerto regional José Aponte de la Torre en Puerto Rico.

Este mes, fuerzas estadounidenses atacaron una embarcación que transportaba a 11 presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua, acusándolos de tráfico de drogas. En respuesta, el gobierno de Venezuela ha negado las acusaciones y condenado el ataque.

El canciller venezolano, Yván Gil, ha denunciado un presunto "asalto" de la Marina de EE.UU. a un buque pesquero venezolano en el Caribe, lo que ha intensificado aún más las tensiones.

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha acusado a EE.UU. de realizar vuelos de vigilancia y de intentar orquestar una intervención militar para derrocar a Maduro. La situación sigue siendo tensa y se espera que las acciones de ambos países continúen desarrollándose en los próximos días.