La Comisión Europea escribe de momento con puño de hierro el futuro del sector de la automoción en el Viejo Continente con la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035. Quedan diez años para alcanzar ese horizonte y los vehículos que utilicen algún tipo de gasolina solo podrán seguir circulando hasta 2050 . Todo ello en el caso de que Bruselas mantenga su hoja de ruta ante las presiones de los fabricantes, que consideran precipitado el plazo para adaptar sus instalaciones productivas.

Los conductores, en cambio, han asumido el cambio de ciclo y en los últimos seis años se ha producido un auténtico vuelco en las preferencias de motorizaciones. De hecho, l a matriculación en Bizkaia de coches verdes roza ya en agosto el dato de todo el año pasado. Se tr

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