Tras nueve años como presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, Benjamín Crespo deja el puesto y cede el relevo a Alberto Díaz San Miguel, actual vicepresidente de la misma, a quien ha calificado como «un gran empresario con visión de futuro».

«Me voy por que quiero y cuando he querido» es la respuesta de Crespo ante la pregunta de si existe alguna razón detrás de su marcha. El comité ejecutivo y el Pleno lo ha sabido diez minutos antes de hacer público ante los medios de comunicación pero «es una decisión premeditada que lleva pensando varios meses».

Llegó al cargo en 2016, cuando la institución se encontraba en uno de sus peores momento, como ha admitido, y nueve años después, deja una Cámara «saneada económicamente, reconocida socialmente y recuperada en prestigio y, sobretodo,

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