Este domingo, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, y la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, abordaron la reaparición del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve. En octubre de 2024, Monsalve, quien era una figura prominente del Partido Socialista, enfrentó una crisis significativa en el gobierno del Presidente Gabriel Boric tras una denuncia de abuso sexual y violación presentada por una de sus asesoras.
Casi un año después de esta crisis, Monsalve criticó la falta de equilibrio en la reacción del Ejecutivo. En una entrevista con La Tercera, afirmó: "Cometí un error que me puso en una situación donde nunca pensé estar, pero no cometí un delito". Sus declaraciones han reavivado el caso dentro de La Moneda, lo que llevó a los ministros a responder durante el habitual Tedeum Evangélico de septiembre.
Elizalde reiteró que el asunto está en manos de la justicia, afirmando: "Este es un tema que está radicado en la justicia. Es la justicia la que debe resolverlo". Vallejo también subrayó que el gobierno ha colaborado con la investigación y que no tiene más que agregar al respecto. La ministra enfatizó: "Esto está en manos de la justicia y no nos corresponde agregar nada más al respecto".
Monsalve contradijo a Vallejo, quien había declarado que se le pidió renunciar y que su defensa debía ser fuera del gobierno. Monsalve explicó que su declaración el 17 de octubre, día de su renuncia, fue acordada previamente con el Presidente Boric y la entonces ministra del Interior, Carolina Tohá. "Me preguntaron qué iba a decir y fue lo que dije", aclaró.
Además, Monsalve criticó la reacción del gobierno, señalando que "cualquier persona que se sienta víctima de un delito no solo tiene el derecho, sino la obligación de denunciar". Sin embargo, también destacó la importancia del derecho a la defensa de los acusados, pidiendo un enfoque más equilibrado por parte del Ejecutivo.
Monsalve también se refirió a su expulsión del Partido Socialista tras la denuncia, tras 32 años de militancia. La situación se tornó crítica rápidamente, y el exdiputado perdió su posición en La Moneda, donde se había considerado su posible nombramiento como ministro de Seguridad Pública. En su lugar, el ministro Luis Cordero asumió el cargo de Justicia.