Mallorca guarda muchos secretos, pero pocos lugares reúnen tanta historia, belleza y magnetismo como la playa de Formentor . Ubicada en el extremo noroeste de la isla, este rincón combina aguas tranquilas y arena blanca con un patrimonio natural distinguido por la Unesco. A lo largo de los años, también fue el escenario elegido por artistas y líderes mundiales que dejaron su huella en un hotel convertido en leyenda.

El paisaje que rodea este sitio es inconfundible. Dos espigones de roca se internan en el Mediterráneo: al sur la lengua de Alcúdia, y al norte el Cabo de Formentor, que se estira como si quisiera alcanzar Menorca. Allí, donde “nace” la Sierra de la Tramuntana, se despliega esta playa delgada y larga, con apenas 15 metros de ancho , pero un kilómetro de arena fina

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