Por cuatro años, Erika Frantzve subió a los escenarios de las convenciones de T urning Point USA junto a su marido; lo ayudó a construir un movimiento fuerte y, a la vez, armó su propio grupo de jóvenes seguidores conservadores. En esas charlas, Erika solía recomendar a las mujeres que se casen jóvenes y críen hijos, sin darle importancia a su propia carrera profesional. “No estás desperdiciando un título cuando crías a tus hijos con sabiduría, amor y verdad”, dijo hace tres meses, en la apertura de la Cumbre de Liderazgo de Jóvenes Mujeres, la reunión más grande de mujeres jóvenes conservadoras en Estados Unidos, organizada por Turning Point USA en Dallas.
Vestida de rosa, ante un auditorio de tres mil personas, contó: “Antes de conocer a Charlie, no estaba en el camino de ‘quiero